martes, 22 de octubre de 2013

Espera el deshielo.

Llegó el otoño y con él el frío y la música triste y la nostalgia de lo vivido. Llegó el otoño y la soledad se instauró en una pequeña ciudad del norte que tenía ganas de patinar sobre hielo pero que no tenía patines. Ella miraba la ciudad desde lo alto, abrigada en casa y diciéndose a sí misma que no podía salir. La que una vez fue fuerte, la que se reía de los cuentos y los tejados con hojas rojas había caído en la trampa del recuerdo. Recordando siempre en plural, teniendo pesadillas y sin poder parar de pensar que todo lo anterior había sido una farsa, una pequeña mentira en medio de una gran explanada naranja. El cielo ya no era turquesa, las nubes se habían comido sus recuerdos felices, aquellos que con celo había guardado durante tantos años en esa caja rosa perfectamente ordenada, recuerdos que se habían esfumado de la misma forma y con la misma rapidez que su sonrisa.

Miró por la ventana y se dio cuenta de que quedaba lo peor, que quedaba el invierno. La nieve y el frío polar, la lluvia apoderándose de las aceras, la nieve siendo testigo de excepción de sus penas, acaparando cada repisa, cada ventana y cada balcón. Volvió a recordar el pasado y volvieron a marchitarse sus ganas de intentar seguir hacia delante con una sonrisa pero entonces recibió una llamada recordándole que tras el invierno llega el deshielo y la primavera siempre vuelve, enseñándonos flores nuevas y con millones de semillas de girasoles que diariamente siguen al sol.


Los abrazos llegan siempre, los inviernos se acaban y la soledad se esfuma cerca de una taza de café caliente. Yo le pongo dos de azúcar, ¿cuántas cucharadas quieres tú?

 ...Sé valiente y espera el deshielo.


...TeQuiero.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Cazando leones y mariposas

Él perseguía su sueño. Cazaba leones de noche y mariposas de día. Baila al son del jazz y sonríe a la nada de vez en cuando. Se enamoró perdidamente una vez y juró no volver a hacerlo jamás. Hoy por hoy una chica de ojos marrones le está haciendo incumplir su juramento. Se levanta al alba y corre por la arena para darle la bienvenida al sol. Colecciona atardeceres y de noche suele recordar las fantasías que tenía de infante. No le gustan los mosquitos, ni la música electrónica pero es un apasionado de las plantas y las terrazas con luz. Baila bien y suele llevar los zapatos limpios.

El que cazaba leones de noche y mariposas de día comenzó a buscarla de noche y esas noches se fueron trasladando a las mañanas y a las tardes y a los días enteros. Ríe a carcajadas cuando está con la chica de los ojos marrones. Le gusta cuando ella camina descalza despistada por la orilla del mar. Sus conversaciones a veces son banales y otras veces muy profundas. Hablan de todo y de nada, están cómodos en el silencio. Ambos han aprendido a dormir abrazados, a quererse a destiempo y a amarse con la mirada. 

Él, un enamorado de la vida está por primera vez cazando a a alguien que se dejar cazar. Ella, se hace la despistada pero sabe que lo tiene atrapado entre sus pupilas marrones y que en sus sueños están siendo cambiados los leones por paseos con ella bajo la luz de la luna porque él no para de repetirle:

-  "Si hoy amaneces y los pies te están doliendo es porque estuviste toda la noche caminando por mis sueños"



...Al fin y al cabo la vida está para soñarla y para vivirla ya lo dice Nacho Vegas. Y da igual cazar mariposas, leones, sueños o sonrisas. 






martes, 30 de julio de 2013

Mi eterna valiente con ojos de gata.

A menudo relaciono a personas con lugares, con sentimientos y con flores.
Tú para mí eres una playa solitaria de arena negra en la que uno se siente en casa. Eres vino cuando hace frío y eres ese sentimiento como cuando alguien que te quiere te acurruca y te pone una manta cuando hace mucho frío. Para mí tienes alma de artista y de humorista y siempre te relaciono con jacintos azules.

Hoy voy a soplar veintiséis velas como si estuviera contigo. Sara Rodríguez Álvarez te deseo veintiséis deseos para un año espectacular.

1- Que sonrías cada día
2- Que puedas disfrutar de una puesta de sol.
3- Que las amanecidas lleguen acompañadas de sonrisas
4- Que los días malos terminen en tu cocina repleta de madera con un consejo de tu madre.
5- Que te acuerdes que me tienes por muy lejos que estemos y que recuerdes que te pienso cada día de mi vida
6- Que veas fotos y que cada día inmortalices un momento
7- Que soples las velas y pidas un deseo para tí
8- Que te funcione el coche
9- Que las cervezas estén siempre frías y los abrazos sean sinceros
10- Que digas todas las veces que quieras te quiero.
11- Que respires el aire que te rodea y consigas darte cuenta que eres importante para muchas personas
12- Que no te desesperes aún cuando las esperas sean eternas.
13- Que te mimes y que nunca falte el esmalte azul en el bolso
14- Que te marques un objetivo que parezca imposible cumplir
15- Que compres una hucha y cada día, sin excepción, metas algo de dinero.
16- Que aprendas a hacer una receta nueva
17- Que no te olvides de tu fabulosa ensaladilla rusa
18- Que te abrigues cuando hace frío y disfrutes del momento
19- Que cantes como si fueras una verdadera artista en medio de la autopista
20- Que sientas que tus sentimientos son importantes
21- Que le dejes paso al corazón cuando la cabeza quiera ser cabezota.
22- Que cuando te sientas sola recuerdes nuestros jueves con chocolate y viendo la tele en tu piso.
23- Que ames locamente aunque ese amor dure un día, un año o unas horas.
24- Que el universo te regale una estrella fugaz cuando estés en tu cama acostada mirando la ventana.
25- Que recuerdes que quieres mejorar del año que ya ha pasado y que mires el futuro como toda una odisea a la que vencer
26- Que te devuelvan todo el amor que das y que cada día sea un nuevo aliciente.

... El amor verdadero transita en los corazones de todos aquellos que se dejan guiar. Yo me dejo guiar por tí, una mosquetera del siglo XXI, una cartera que deja epígrafes en cartas ajenas para que quien las reciba sienta amor. Una talentosa que sabe arriesgar en el momento adecuado, una niña de sonrisa eterna, mi eterna valiente con ojos de gata. 


martes, 23 de julio de 2013

Tengo 26 años, nací en Junio y mis padres me pusieron un nombre ruso.

Tengo veintiséis años, nací en Junio y mis padres me pusieron un nombre ruso. Me gusta bailar sola o acompañada, sonreírle a la vida y pensar que la luna sale para que la miremos. Me maquillo sin mirarme al espejo y me ruborizo cuando no sé que decir. Me guiño un ojo a mí misma cuando estoy feliz y me llevo mal con los lunes.
Soy testaturada y por las mañanas algo dormilona. Me cuesta cinco minutos saber quién soy. Siempre me despierto pensando que va a ser un día genial. Sueño con escribir un libro. Me gusta la playa, mi pasión es estar cerca del mar y dejarme acurrucar entre el vaivén de las olas. Me muerdo el labio cuando estoy nerviosa y cuando no sé que decir me río. Dicen que la sonrisa es lo que me caracteriza y siempre he creído que son los ojos. No puedo ocultar cuando estoy bien ni cuando estoy mal. Estoy enamorada de mi profesión y cada día descubro lo que es ser periodista. Me gustan los deportes y que me abracen. Las esperas si no son desesperadas no me desesperan y suelo enamorarme con bastante asiduidad de los detalles.

Me gusta el pelo largo, los labios color rojo y la nostalgia en su justa medida. Hay días en los que las horas parecen eternas y semanas que parecen meses. Mi color favorito es el amarillo y adoro el olor a tierra mojada, a vainilla y a café recién hecho. Me gusta imaginarme un mundo paralelo y en los aeropuertos me imagino historias. Me calzo los tacones desde por la mañana para estar más cerca de las estrellas. Los fines de semana camino de puntillas y descalza. Me encanta sentir el tacto de la arena en mis pies. Soy de las que piensa que mejor pedir perdón que pedir permiso. Quiero hasta el extremo y no me gustan los sombreros. De pequeña soñaba con ser princesa y ahora me conformó con un tutú con el que bailar de vez en cuando. Me apasionan las playas solitarias, el silencio y los susurros. Creo que no hay pregunta mala sino mala contestación. Me considero educada en exceso y una chica con descaro. Por las noches suelo pedir algún deseo y a veces sueño con él.

Me gustan los planes improvisados y los programados. Creo que la cerveza en compañía sabe mejor y que cantar en el coche es sano. Me gusta desayunar despacio y sola. Mi medio de comunicación preferido es la radio y creo en la magia. Tengo un vaquero preferido y una camiseta que nunca he usado en mi armario. Soy de energías puras por eso adoro las preguntas de los niños y los consejos de los ancianos. No me gustan los déspotas, ni el ketchup ni tampoco el olor a vinagre. Sonrío cuando pienso en mi niñez y sé que hay ángeles que cuidan de mí. Me gusta la pasta con pera, el buen vino y la buena conversación. El zumo de fresas es mejor tomarlo sin salir de la cama y los sábados no me despierto antes de las diez. Me gusta el parqué, las libretas y las dedicatorias. De pequeña tenía diarios ahora tengo una agenda y un blog. Pierdo bolígrafos con bastante frecuencia y le cambio el nombre a las cosas. Me gusta el viento y el sol, los recuerdos maravillosos que se quedan inmortalizados en fotografías y los besos de buenas noches, de buenos días, los que se intuyen y los que mueren en la mejilla. 

jueves, 20 de junio de 2013

Pidió un surfero.

Sopló las velas y pidió como deseo un surfero. Un hombre de mirada limpia, que fuese capaz de ser el equilibrio entre sus ganas y sus despistes. Que no le dejara tambalear cuando las dudas se apoderarán de su vida. Pidió un surfero para siempre tener intacta la sonrisa, para que le enseñase a cabalgar encima de las olas y de los problemas; que le enseñara a encontrar el baile entre las olas y el sol. Pidió un surfero que se despertará al alba y se acostará de madrugada con tal de darle un beso. Pidió un surfero que le prestara el neopreno cuando tuviera frío y que le diese el empujón definitivo para remojarse los pies en el mar.

Sopló las velas y pidió un surfero. Uno de sonrisa valiente, mirada limpia e ingenuo malestar. Pidió un surfero que cabalgara las olas, que le desnudara el misterio en cada puesta de sol y que cada tarde llegará con los pies llenos de arena y miles de historias que contar.

Ella sopló las velas y pidió un surfero, alguien que surfease entre su mar de dudas y que le devolviese el equilibrio cada vez que la pausa acechase a la calma.

Un revolcón tras otro, las olas bailan al son de la cintura de ella porque al fin y al cabo, pidió como deseo un surfero...

jueves, 16 de mayo de 2013

No te mueras en mi cama.

Él era engreído pero ella lo era más. Se cruzaron en una calle transitada. Él se paró en seco a verla tras los cristales de sus gafas de sol, último modelo, de color amarillo. Ella supo que él la miraba, se dio la vuelta y posó sus manos en su pelo negro, se mordió sutilmente el labio y le dijo :
- "Miras algo"
- Te miro a tí. -Dijo él con una amplia sonrisa.

Tomaron una cerveza, callaron, charlaron, se dijeron verdades y se dijeron mentiras. Todo lo que suele suceder en una primera cita. Ella se colocaba el pelo y él se aguantaba las ganas. Tres horas después y muchas cervezas de por medio Él le dijo que tenía un grupo de rock,  Ella sonrió. Se fueron juntos, él encendió una vela y ella ahueco la almohada. Por la mañana él le dijo:

-Mi grupo se llama "No te mueras en mi cama"
-No pensaba hacerlo, ni morir, ni vivir,  ni quedarme más de una noche. Contestó tranquila.
-Y por qué has venido- Contestó Él
-Porque llevas gafas de sol y la última vez me enamoré de uno de mirada intensa y transparente. A tí no te he mirado a los ojos, no podré enamorarme.
-Si me lo propongo puedo-  Dijo el muchacho con media sonrisa.
-No puedes. Créeme cuando te digo que no puedes. Me gusta el nombre de tu grupo "No te mueras en mi cama", deberías patentarlo- Se deshizo la coleta, se calzó los tacones y le dio un beso de despedida que acompañó con unos seductores pasos hasta que desapareció por el pasillo y se escuchó el cierre de la puerta.

Él era engreído pero ella lo era más. Nunca más volvió a fijarse en las chicas que se daban la vuelta en la calle y contestaban ya que una morena chulesca, de andares divinos le había robado el corazón y lo había matado en su propia cama.

viernes, 26 de abril de 2013

Un ramo de girasoles

Les voy a contar una historia, sobre todo a ti que tanto te gustan ...

Tengo una amiga que tiene siempre una sonrisa y un abrazo dispuesto, que sabe que le pasa a los que quiere en cada momento y que es capaz de convertir un día negro en uno multicolor. De aspecto fino y tierno le encantan las nueces y como todos los frutos secos tiene una personalidad arrolladora. Hay momentos que llora, que patalea y que se enfada pero después siempre tiene una palabra cándida que decir, un reconocimiento al mundo, un atisbo de esperanza que asoma siempre entre sus cálidos cabellos. Cabezona, coqueta y bailonga, tiene todos los defectos que pueden enamorar a cualquiera y las bondades y virtudes que hacen que sea eterna y para siempre en todos los corazones de quienes la conocen. Es transparente y solidaria, testaruda y tímida, segura y frágil a la vez. Una perfecta muñeca capaz de levantarse una y otra vez de las embestidas que le da el destino.

No le gustaba el café pero le gustaban nuestras conversaciones y por eso me acompañaba, ahora brindamos con ese aroma. No le gustaba leer pero sí mis historias, le gustaba pintar pero le gustaba más mirar por la ventana y buscar cada elemento nuevo del paisaje. Nunca fue muy bohemia pero desde que la conozco tengo fe ciega en que tiene alma de poeta, porque su mirada es limpia y su carácter es fuerte, porque es de llanto fácil y porque sabe reconocer cuando necesita ayuda.

Le encanta el sol, por eso cuando la noto triste querría mandarle un ramo de girasoles para que ellos la conduzcan hacia sol,porque estos siempre siguen al astro rey, ese que le levanta el ánimo, le pone las pilas y le hace sonreír.

Nos conocimos de casualidad y fue una causa-efecto lo que nos hizo inseparables, eternas y únicas. Porque la distancia en una relación nunca fue un problema siempre que haya comunicación y en eso ambas somos unas expertas. Porque me la imagino con un ramo de girasoles, comiendo nueces y sonriendo porque por muchos palos que le de la vida yo siempre le pondré dos de azúcar a su café.

...Porque Sarita mía, gracias por apellidarte Sánchez Naharro y precederme en la lista de la universidad.




domingo, 7 de abril de 2013

Galán del tres al cuarto.

Ella. 

Ella es delicada y le gusta bailar. Le gustan las fresas al amanecer. A menudo trasnocha porque las musas vienen a visitarla a las tres de la mañana. Le gusta la buena vida y beber zumo de limón. Tiene dos amuletos. Rechaza todo lo que sea tecnológico y teme que algún día los robot invadan el mundo. Le gusta sonreír aunque a veces, detrás de su sonrisa, existan problemas. Su vocal preferida es la 'i' y tiene claro que para enamorarla tienen que escribirle aunque sea un párrafo en una dedicatoria. Cocina poco, lee bastante y adora la soledad. Es fácil verla cerca del mar con un libro en la mano. Las noches oscuras le dan miedo y para dormir siempre elige sábanas blancas. Un día le rompieron el corazón, desde ahí se sumerge en un mundo sin caricias paliando así las embestidas que pueda darle el destino. No cree en el destino pero sí en las casualidades. La suerte ha sido buena con ella. Adora los dibujos animados y el buen vino tinto. De pequeña no le gustaba el café y ahora lo adora. Camina de puntillas, teme que le vuelvan a romper el corazón. Los pájaros canturrean en su ventana que siempre abre para que entre el viento. Su flor preferida son los jacintos y su color fetiche el azul. Teme levantarse un día y no tener a nadie a quien abrazar. Siempre fue una señorita, lo sigue siendo. Es despistada. Adora el cuero y el cachemir. Su olor preferido es el del cilantro y su perfume hace recordar a la vainilla. Parece una mujer fatal pero sus labios siempre regalan una sonrisa. No sabe dibujar y siempre encuentra dibujos en las nubes. Pierde el tiempo con facilidad y hace tiempo que dejó de preocuparse por el que dirán. Su pasión son las historias contadas a medias y cuando hace frío siempre se pone medias. Odia el humo del tabaco y ama todo aquello que se haga con pasión.

Él.
Él es un galán del tres al cuarto. Toma tequilas a primera hora de la mañana y no se le da bien escribir. Tiene muchos defectos pero hace tiempo que dejó de fumar y siempre le recuerda a Ella que le gusta el olor a vainilla, que hace el mejor café del mundo y que siempre está ahí para abrazarla. Sabe dibujar pero no mira las nubes. Por sus cumpleaños le regala jacintos, hace ya una década de ese ritual. Siempre le recuerda que también tiene pasiones, la primera de la lista es Ella, su gran pasión; porque en el fondo, no es más que un galán del tres al cuarto que lleva enamorado de Ella toda la vida.









domingo, 31 de marzo de 2013

Postdata.

Me gustan los postdata, indican que no está todo dicho aunque se intente una despedir. Literalmente significa después de la fecha, después de la data. ¿Y qué se dice cuando parece que está ya todo dicho?Me gustan porque son esa chispa de misterio, ese quiero y no puedo. Ese toque de melancolía que bien nos puede recordar un beso, una dirección, una canción, una frase dicha en algún lugar ... El postdata a veces nos cuenta más que la propia carta. Un punto y final que nunca lo es. Indica que no todo está dicho que aún hay que llegar a la conclusión final, que el final aunque parece próximo no lo está. Una bocanada de aire fresco, una esperanza que se alimenta de quizás ...

El postdata nos acurruca el ansia, nos envuelve el corazón, nos subestima diciendo "todo puede terminarse, pero quédate un rato más que todavía no". El postdata sabe de amor y sabe de guerra. Sabe como terminar creando espectativas. Es el resumen perfecto, el final no final esperado. Es ese momento, como cuando llueve y compartes paraguas, de repente para de llover, los dos que lo comparten lo saben pero se aproxima el beso y los segundos se alargan hasta que llega el ruido y cae otra gota y los labios se rozan.

El postdata es una historia en si misma que cuenta más, en ocasiones que lo escrito antes. El postdata es ese quiero y no puedo. Es ese empujón final que pocas veces dice nada y siempre lo dice todo. Es ese punto de locura en la mesura es esa cordura en la locura. Es la esperanza de muchos cuando se dicen adiós. El postdata es el principio de un final que nunca acaba.

Postdata: ... Te espero






domingo, 24 de marzo de 2013

Cuestión de credos

No creo en Cúpido, ni en los que se escudan en la crisis y no lo intentan. No creo en los políticos ni en los tertulianos de medio pelo de televisión. No creo en los aniversarios, ni en las etiquetas. No creo en las fórmulas matemáticas, tampoco creo del todo en el destino. Los horóscopos los carga el diablo y tampoco creo en el Diablo. No creo en las mujeres fatales, ni en la fatalidad de los hombres. No creo en la gente que prefiere leer en un ordenador en vez de en libro de papel. No creo en la gente que habla a gritos, ni a los que te escupen los buenos días. No creo en el ketchup, ni en los que dicen la última y me voy a casa y lo cumplen. No creo en las personas que no devuelven las sonrisas. No creo en la gente que no cree en nada.

Creo en el amor a primera vista, en el café recién molido y en las buenas conversaciones. Creo en el Principito y en las estrellas y creo en los niños que hacen muchas preguntas. Creo en el mar, en las cometas y en el viento. Creo en las buenas cenas y los buenos desayunos. Creo en la amistad eterna, creo en los susurros que erizan la piel y en las competiciones sin prestigio. Creo en un mundo sin reloj y un reloj que mire desafiante al mundo. Creo en las horas muertas, y que a veces una hora de menos puede ser una hora de más. Creo en la música como religión y el fútbol como demostración de fe. Creo en el color amarillo conjuntado con cualquier otro. Creo en la poesía y en la literatura sudamerica. Creo que las chicas son guerreras. Creo en las minifaldas y los tacones; y los pijamas anchos con bolsillos y las camisas blancas recién planchadas, si son de hombre mejor. Creo en el tango y en Morfeo, y de la mitología el mito de Ariadna y Teseo siempre fue mi preferido. Creo en las nanas y en las casualidades, en las letras que riman y en los besos. Creo en los abrazos entre "acurrucos", en los besos tiernos y en los pasionales, creo en la risa como opción de vida. Creo que no se puede disimular cuando se está borracho y cuando se está enamorado. Creo en el poker jugado por camaleones y creo que no siempre la pareja de ases es la mejor mano. Creo en las creencias y la gente que las respeta. Creo en el minuto 116 y también en un golazo de un grancanario en Anoeta.  Creo que el vino y la cerveza saben mejor en compañía. Creo en el mar y en el sol como cura para el alma, creo que siempre es mejor una huída hacía delante y creo y no dejaré de creer nunca en las historias de amor.



miércoles, 6 de marzo de 2013

Ataques de risa

Hay ataques por malentendidos, por bromas, por caídas, por conversaciones disparatadas, por recuerdos ... y  porque sí. A mí, me dan bastante a menudo, sí señores míos puedo derramar la azúcar mientras intento volcarla en la taza porque me da una especie de temblique , un temblique curioso que comienza a hacerme llorar y a hacer reír a todos los que me rodean.

Hace poco tuve el último, me preguntaron sobre objetivos y pensé que se trataba de mi vida y no, por suerte me preguntaban por el objetivo de la Nikon. Una pequeña confusión por la que casi le cuento a un desconocido una gran tesis emocional sobre mi vida, un viaje al pasado y al futuro, un de donde vengo y a donde voy importante. De la que se libró el pobre.Y esta introducción es para decir que hoy quiero escribir sobre la risa

...Esa que cura corazones, rejuvenece a personas, alivia el dolor, nos hace sentir más guapos. Esa que nos da salud, que nos devuelve la ilusión, que nos libera de las cadenas del mundo por unos instantes. La risa es contagiosa y todo el mundo sonríe. Los bebes se ríen y nos hacen reír desde que nacen, es algo nuestro que viene con nuestra forma de ser. Todas las etnias y razas del planeta podríamos comunicarnos por la sonrisa. Incluso creo que mi gata, en ocasiones cuando le hago cosquillas me sonríe...

La risa tiene efectos paliativos y adictivos, es una droga sana, a uno los enamora, a otros les hace pasar millones de minutos juntos y a otros les alegra el día ver como todavía queda gente que a primera hora de la mañana te regala una sonrisa por buenos días.

Y es que deberíamos sonreír más a la vida y a quienes están en ella; por convicción, por optimismo o, si lo prefieren por gandulismo, ya que sólo hacen falta 17 músculos para sonreír y 43 para fruncir el ceño.


Yo me propongo cada día sonreír y cada vez son más habituales los ataques de risa.


Gracias a todas esas personas que en algún momento del día, de la madrugada o del alba me hacen sonreír.

domingo, 3 de marzo de 2013

Suicida emocional.

Suicida emocional, kamikaze de los sentidos. Veía las piedras, veía el montón que había de ellas y una y otra vez volvía a tropezarse. Dolía, le dolía quererlo tanto y le dolía agacharse y con ese montón de piedras construir las mentiras de que quizás en un futuro él la ayudaría a levantarse. Él era uno, uno sin más, según el mes o según el año. Él solía ser cualquiera que la camelase con palabras bonitas.

Se llamaba Ciega y siempre en sus madrugadas llovía. Dormían juntos cada noche pero ella sabía que la mente de Él estaba a mil kilómetros de distancia, quizá soñando que desnudaba a otra. Ciega era confiada y testaruda, caprichosa en exceso y no distinguía el amor  del deseo ni el deseo del placer ni el sexo del cariño.

Por eso ese montón de piedras porque mientras ella corría detrás del viento, intentando pararlo no se daba cuenta de que, quizá alguien quería sujetarla en tierra firme, besarla y abrazarla mientras dormía. Porque a Ciega le ponía ser una cometa, porque en el fondo, si buscase el verdadero amor no la camelarían con palabras bonitas sino con hechos bellos. Pero ya se sabe, ella siempre quiso ser una suicida emocional, una kamikaze de los sentidos... una pobre diabla que baila al son del viento.



domingo, 3 de febrero de 2013

Ojalá vivas todos los días de tu vida.

Ojalá vivas todos los días de tu vida! Dijo la madre a su hija mientras ella esperaba que el teléfono sonara y él la sacara a bailar. La niña de apenas 15 años no entendió ni tampoco quiso entender; el chico con el que había quedado llegaba casi una hora tarde.

Ya se dará cuenta, pensó la mujer y recordó lo que un día le había dicho su madre "bailando sobre ti misma, dando vueltas con un precioso vestido y sonriendo te lo pasarás mejor, vivirás más y se enamoran locamente de ti". Volvió a la habitación, dejó atrás los recuerdos y volvió a mirar a su hija. Pensó que su madre había tenido razón pero que a su niña todavía le tocaba esperar, todavía no era el tiempo de aprender esa lección, porque se aprende con los años y las experiencias y a ella le quedaba un buen camino que recorrer. 

Miró para su amada niña, y allí seguía con los zapatos nuevos, esperando a que él llegase. Ella miró a su madre y le preguntó:

- Parezco boba, ¿no? Terminó la pregunta con una tímida sonrisa y su madre con una voz sumamente dulce le dijo:

- Una boba muy guapa, una boba que espera, una boba que se parece a su madre cuando tenía tu misma edad.

Sonó el teléfono, el chico ya estaba fuera. La niña que quería crecer deprisa se fue corriendo pero antes le dio un beso a su madre y le dijo:

- Te Quiero, no volveré tarde.



jueves, 24 de enero de 2013

Siempre es un buen día para sonreír.

Le recompensaba ver la noche caer porque sabía que tras la oscuridad se encontraban sus sueños. Dudaba en exceso y había días que los quizás se convertían en demoledoras planchas de hierro. Ya no pensaba en amor, ni en amistad sólo en respeto. Tres días eran demasiado, varios meses era muy poco. El café no estaba ni frío ni caliente, la brújula marcaba el oeste y el norte seguía sin encontrarse. Las sábanas estaban heladas, la sonrisa a medias y el murmullo de las olas sin apenas vibración tras el temporal. Lo que ayer había sido sol hoy sólo eran nubes oscuras. Todo se había vuelto confuso, su mundo era inquebrantable y su sonrisa no era eterna. Los lugares dejaron de ser conocidos y el miedo se apoderó de sus horas.

Las lágrimas goteaban por sus mejillas, mejillas que un día parecido al de hoy estaban sonrojadas pero que ahora, no eran más que un estanque de lágrimas saladas. No tenía consuelo, no sabía que rumbo tomar, no podía expresar con palabras lo que le ocurría porque su corazón si quiera lo sabía. Un mal día, "un mal día lo tiene cualquiera", se repetía. Las conversaciones consigo mismo eran banales, se auto engañaba a propósito con el fin de no tornar los sueños en pesadillas y de pronto, cuando todo parecía romperse, caerse por un precipicio, sonó el teléfono y la sonrisa volvió a su cara. Pequeños detalles del destino, palabras amigas que salvan situaciones confusas y devuelven la sonrisa a rostros vulgares.


Por muchos nubarrones negros, por muchos enfados o enredos emocionales SIEMPRE ES UN BUEN DÍA PARA SONREÍR.