viernes, 26 de abril de 2013

Un ramo de girasoles

Les voy a contar una historia, sobre todo a ti que tanto te gustan ...

Tengo una amiga que tiene siempre una sonrisa y un abrazo dispuesto, que sabe que le pasa a los que quiere en cada momento y que es capaz de convertir un día negro en uno multicolor. De aspecto fino y tierno le encantan las nueces y como todos los frutos secos tiene una personalidad arrolladora. Hay momentos que llora, que patalea y que se enfada pero después siempre tiene una palabra cándida que decir, un reconocimiento al mundo, un atisbo de esperanza que asoma siempre entre sus cálidos cabellos. Cabezona, coqueta y bailonga, tiene todos los defectos que pueden enamorar a cualquiera y las bondades y virtudes que hacen que sea eterna y para siempre en todos los corazones de quienes la conocen. Es transparente y solidaria, testaruda y tímida, segura y frágil a la vez. Una perfecta muñeca capaz de levantarse una y otra vez de las embestidas que le da el destino.

No le gustaba el café pero le gustaban nuestras conversaciones y por eso me acompañaba, ahora brindamos con ese aroma. No le gustaba leer pero sí mis historias, le gustaba pintar pero le gustaba más mirar por la ventana y buscar cada elemento nuevo del paisaje. Nunca fue muy bohemia pero desde que la conozco tengo fe ciega en que tiene alma de poeta, porque su mirada es limpia y su carácter es fuerte, porque es de llanto fácil y porque sabe reconocer cuando necesita ayuda.

Le encanta el sol, por eso cuando la noto triste querría mandarle un ramo de girasoles para que ellos la conduzcan hacia sol,porque estos siempre siguen al astro rey, ese que le levanta el ánimo, le pone las pilas y le hace sonreír.

Nos conocimos de casualidad y fue una causa-efecto lo que nos hizo inseparables, eternas y únicas. Porque la distancia en una relación nunca fue un problema siempre que haya comunicación y en eso ambas somos unas expertas. Porque me la imagino con un ramo de girasoles, comiendo nueces y sonriendo porque por muchos palos que le de la vida yo siempre le pondré dos de azúcar a su café.

...Porque Sarita mía, gracias por apellidarte Sánchez Naharro y precederme en la lista de la universidad.




1 comentario:

  1. dices que te conozco bien, pero tu a mi también!
    siempre dispuesta a hacerme olvidar lo que me hace daño y soñar cada día!
    gracias por quererme tanto!
    mua pitufa!

    pd: me gustaría tener este relato de tu puño y letra!

    ResponderEliminar