miércoles, 19 de septiembre de 2012

Rubio de ojos grandes

-Porque sí
-Qué no
-Qué si y san se acabó.

Conversaciones absurdas que sólo tienen cabida en quienes se miran a los ojos y lo saben todo el uno del otro. Palabras claves, risas pegadizas, sonrisas delatadoras, juguetes e historias comunes, infancia feliz. Sueños parecidos, historias diferentes. Peleas tontas, echarse de menos y echarse de más. Reír por todo, llorar por nada, regalar sorpresas, esconder secretos, memorizar canciones, coleccionar momentos.  Alegrías infinitas y penas demoledoras, poesía enredada con el fútbol, siempre conectados por una pasión común que se tiñe de amarillo. Películas favoritas, viajes que se convirtieron en odiseas, en castigos y que con el paso del tiempo nos hemos dado cuenta que fueron benditas excursiones. Frases hechas: "típico tópico", "me da igual" y el cincuenta por ciento está aparcado en la puerta sin usar... vuelvo a escribir pensando en él y sólo unos pocos lo entenderán.

Él es mi hermano con quien discuto, peleo, me río hasta llorar y hoy, un día cualquiera en una noche sin viento lo echo de menos. Él es mi rubio de ojos gigantescos que creció mucho pero que, para bien o para mal, por y para siempre será mi enano.