martes, 27 de noviembre de 2012

Me reservo el derecho a soñar.

Me reservo el derecho a soñar. A que los sueños y los secretos sean sólo míos. Me reservo la licencia de creerme mis cuentos, de ponerme pintalabios rojo cuando estoy triste y dejar que los ojos brillen cuando estoy contenta.

Me reservo el derecho a soñar, a envolverme entre sábanas frías que poco a poco se van calentando. Me reservo el derecho de no contar más secretos de los que se me escapan.

Me reservo el derecho a sonreír, a que el corazón de un vuelvo cuando parpadea la luz, a que la sonrisa se instale en mi cara porque sí y la pena mi inunde de vez en cuando.

Me reservo el derecho de guardar besos en tarros y abrazos en la recamara, y repartirlos poco a poco, sin que me rompan el corazón... Me reservo el derecho de ser fría y dulce cuando quiero serlo.

Me reservo el derecho a guardarme las miradas, las sonrisas, los arrumacos y los despertares. Me reservo el derecho a soñar, a soñar bonito y despertar sonriendo ...

... Me reservo el derecho a soñar así que BUENAS NOCHES.

martes, 20 de noviembre de 2012

Recuérdame el por qué.

Recuérdame el por qué así se tituló la primera canción que escribió. Era para ella, la que un día había sido todo y ahora era más bien poco. Con el paso del tiempo olvidó hasta su nombre. Él en otro tiempo más antiguo llevaba su guitarra y se enamoraba demasiadas veces. De ella se enamoró, perdidamente, unos meses. Poco después se enamoró de otra y de otra hasta terminar solo. Su madre se lo había avisado pero no le hizo caso, ni siquiera a ella le hizo caso. Sus canciones siguen sonando en la radio, sobre todo su gran éxito "Recuérdame el por qué" pero él ya no se acordaba de él y mucho menos de la musa que le inspiró.


Recuérdame el por qué, esa era la canción que Isabelita cantaba cada mañana al despertarse, le recordaba todo aquello que había vivido de joven, las historias y secretos que nunca contó a nadie para que siempre lo fueran. Recordaba como de jovencita se pasó las noches llorándole y gritándole a la noche muda que por qué el no la amaba. La canción le recordaba cuando le daba importancia a la brisa y no a la prisa. Isabelita seguía cantando melodiosamente, se sabía de memoria esa canción que una vez un chico llamado Pablo había compuesto por ella y que poco después no volvió a saber nada de él. La fama se lo tragó y a ella la pena pero él ya se lo había avisado, no te enamores le dijo en más de una ocasión.

Recuérdame el por qué ... Tantos recuerdos y tantos por qué, son lo que tienen las historias,a menudo las verdades se quedan en el tintero y sólo recordamos el inicio, la chispa, el sentimiento que despiertan ... Las historias propias, los sentimientos propios que a veces hacen que la verdad esté tan lejos de la realidad.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Hoy es un buen día para espantar fantasmas.

Hoy es un buen día para espantar fantasmas, para hacer desaparecer miedos del pasado, decirle "bu" a los errores de siempre.

Hoy es un buen día para dejar de correr tras el viento y dejar que nos envuelva. Es un buen día para reírse del miedo, teñirse la cara y el alma. Sonreír siempre y dejar de salvarnos de perder el tiempo porque quizás perder el tiempo en banalidades sea el secreto.

Y es que pensamos más de la cuenta y no estamos lo suficientemente atentos a las baladas ni a lo que dice el violín. Confundimos los mensajes, reprimimos los sentimientos por orgullo y por no decir lo que pensamos ni pensar lo que decimos.

La vida siempre nos da de nuestra propia medicina. Hoy es un buen día para empezar a no adelantarse a lo que ocurre, a no pensar demasiado porque la vida es como un tablero de ajedrez, nos deja jugar, nos deja inventar jugadas, nos deja sembrar sueños y recoger milagros.





Yo quiero sonreír, soñar y volcar el firmamento para contar las estrellas. Me comprometo a dejar de pensar y a seguir sonriendo porque la sonrisa es mía pero el motivo ... el motivo siempre es otro.