sábado, 28 de enero de 2012

... El café frío

- Te tengo miedo.- Dijo él

- ¿Por qué? Contestó altiva ella.

- Por la sonrisa.

- ¿Qué sonrisa, la mía?

- Sí, temo que se disfrace de rojo un buen día y me rompa el corazón.

- Eso nunca va a poder pasar. Y si pasa mírame a los ojos, ellos son marrones y nunca cambian, te dirán la verdad sobre mí siempre.

Él se quedó callado, miró el café que tenía delante que ya se había quedado frío; no tenía más que decir solo le quedaba la certeza de que tarde o temprano le romperían el corazón. Bebió un sorbo y admiró su sonrisa, una vez más. Revolvió el café, éste ya había perdido la espuma, se había quedado helado y no tenía apenas azúcar. El café de ella sin embargo se veía hermoso, la espuma había formado un corazón y la puñetera sonreía.

- Me van a romper el corazón. Pensó mientras admiraba su sonrisa y acto seguido, se bebió de un sorbo el café frío.


                                                                                                            Autora de la foto: Sara S. Naharro

Plaza Mayor de Madrid. Oct.2011

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