martes, 7 de agosto de 2012

Qué los bostezos se conviertan en suspiros!

Hay momentos en la vida que todo se torna frío, se queda en silencio, se queda todo desconocido y de repente entra un halo de luz por la ventana que lo cambia todo. El café frío se templa, la luna engorda y se queda llena, las amanecidas saben a fruta y las noches se difuminan entre alcohol y farolas. Las huidas se convierten en carreras de fondo, los acordes en canciones y las sonrisas ... las sonrisas siempre son sonrisas.

Las ciudades se conocen, las carreteras te llevan a un lugar concreto. El semáforo cambia de color y se queda totalmente en ámbar. Vuelve el color salmón y el marrón se instala en los ojos. Los amigos siempre están, la vida se saborea, y los tal vez vuelven a ser quizás. Las dudas se quedan siempre siendo dudas pero está la determinación de saber que lo son.

Vuelven las adivinanzas y los planes, los libros y la bolsa de mimbre de la playa, cómplice callada del vaivén de las olas.



Los olores se convierten en importantes, los sabores se endulzan y las sonrisas se disfrutan. Y es que en agosto los bostezos dejan paso a los suspiros... 

jueves, 2 de agosto de 2012

Nada que decir.

De vez en cuando hay que pararse, respirar profundo, mirar a nuestro alrededor y sentarse a observar.

De vez en cuando es importante que nos recuerden que las batallas se ganan luchando.

De vez en cuando se necesita que nos besen dulcemente para contrastar los besos amargos, y necesitamos momentos amargos para saber valorar los dulces que ya se esfumaron, como el humo de una taza de café horas después de ser servido.

De vez en cuando nos creemos inmortales por el simple hecho de pertenecer a un mundo que creemos salvajemente rutinario o rutinariamente salvaje...

De vez en cuando necesitamos las palabras de un amigo para darnos cuenta de que por mucho que nos paremos, digamos, necesitemos o sintamos ....

... A veces, de vez en cuando, por mucho que queramos contar no tenemos nada que decir....